martes, 29 de abril de 2014

¿Y en qué momento de mi vida me volví tan fría?



                                        

Ese sentimiento cuando alguien te quiere pero tu no sientes lo mismo, esa empatía que te entra al saber que tal vez está sufriendo, ese único momento en el que pronuncias la palabra "No" acompañada de muchas otras para hacer el rechazo más ameno y fácil de digerir. O tal vez le dices que sí por pena. O le dices que sí por que te gusta pero te das cuenta de que no es amor. Es un simple rollete que intentas sacar adelante, pero tanto tú como la otra persona sabéis que no tiene mucho futuro esa relación. Pero tu lo estás intentando. Estás intentando decirle "Te quiero" todos los días, estás intentando tener ganas de verle, estás intentando sonreír al ver un mensaje suyo. Lo estás intentando. Pero debes pensar que cada relación es una lección más. Si no las aprendes no llegarás al examen final en el que encontrarás a tu "Media naranja" o "Alma gemela". Por eso volver con tu ex no soluciona nada, porque figura repetida no completa la colección, porque si rompisteis por algo sería, porque entonces nunca averiguarás como pueden ser otras personas si siempre estás con la misma. Porque hay que experimentar con personas y de formas distintas. Hay un momento tras una relación, en el comienzo de otra, en el que te das cuenta de que has perdido la esencia del amor, que ya no quieres flores y corazones, que todo te da igual y que repeles los textos cursis y los "Te quiero". Que no te importa estar solo, saliendo con alguien o de rollo, que tu corazón se ha vuelto oscuro por culpa de un eclipse que pasó por él y dejó secuelas en forma de traición, que después de buscar algún alma que mereciese la pena, ahora que la encuentras, no la tratas como se merece. Ese momento en el que te das cuenta de que te has vuelto una persona fría.