domingo, 28 de octubre de 2018

Hoy salí a la calle.

Hoy salí a la calle.
Sí, hoy salí a la calle como cada día, para hacer lo que cada día, pero juntas.
Hoy fuimos a gritar y a luchar por lo que es nuestro.
Por lo que siempre ha sido nuestro.
Hoy salí a la calle.
Y volví sin voz, con los ojos humedecidos y la sonrisa temblando.
Por que sois tan fuertes, somos tan fuertes, y gritamos tan fuerte.
Gritamos tan fuerte dentro de esta caja de cristal en la que nos tienen desde que abrimos los ojos, los oídos y la boca.
Hoy salí a la calle.
Hoy lloré por esas 68 mujeres, 68 madres, hijas, hermanas, 68 almas que fueron asesinadas por el Patriarcado.
Lloré porque con ropa o sin ropa mi cuerpo no se toca, porque sola o borracha quiero llegar a casa, porque no es no y lo demás es violación, porque justicia machista defensa feminista, porque no estamos todas faltan las asesinadas, porque que no que no que no tenemos miedo.
Hoy salí a la calle.
Y me emocionó ver a todas las personas que allí estábamos, que aunque no nos manifestemos todos los días, no olvidamos la lucha.
No olvidamos lo que nos hacen.
Que nos matan. Que nos violan. Nos matan. Nos violan. Nos matan.
Hoy salí a la calle.
Y hoy la calle, también fue nuestra.

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